El otro lado : La
puerta está tapiada. Los goznes a la vista. Encima de la superficie se ha
dibujado un grafiti que parece la contraseña que necesitas para poder traspasar
la puerta. Quizás baste con que el índice recorra las letras. ¿Por qué no creer
que su efectividad se probó, lenta y cuidadosamente, sobre una espalda y que en
un momento fue posible pasar al otro lado?.
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