sábado, 4 de octubre de 2014

Los cuarteles de otoño



Los cuarteles de otoño : En los campos ya no se ven ni girasoles ni trigo, solo una tierra roja revuelta para que se airee. El paisaje apenas se mueve, espera alguna orden de lejos. Mientras, parece que las cosas se entretuvieran solo con su nombre, como afirmándose en lo que son en tanto les vuelven a recordar su utilidad. En estas condiciones, poco se trae del paseo, salvo la precisión del inventario, los elementos labrándose las primeras líneas del prólogo. La historia ahora transcurre en las huertas que no se ven. Detrás de las paredes blancas en las que se apoyan los cardos, hay una tierra doméstica que ofrece pimientos y tomates como una narración familiar destinada a los más cercanos.    

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