La resaca del oso : Ocho y cinco de la
mañana. En uno de los cubos del carro del basurero hay un oso de peluche. No
veo al basurero por la zona, así que es posible que esté en el bar el pulpo
pintado en el cristal tomándose algo fuerte para aclarar el día mientras se
desahoga con uno de esos habituales que acostumbran a beber despacio: recoger
un oso de peluche no es la mejor forma de empezar el viernes. Tampoco me parece
que lo sea para los niños que, de camino hacia el colegio, lo vean. Otra cosa
que lamentar : no haberlo cogido para lanzarlo bien lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario