El explorador sin mapa : El grifo tiene
una manivela para cada temperatura en vez de la palanca a la que ya estoy
acostumbrado. Una pequeña bola azul para el agua fría y una roja para el agua
caliente. También disfruto del recuerdo del tacto de la pastilla de jabón hasta
que las manos se cubren de una espuma suave. La casa y la tarde tendrán, más o
menos escondidos, momentos como éste. Con las manos mojadas, doy con una toalla
gruesa y me seco sin prisas, convencido de la necesidad de explorar la casa
tranquilamente para reencontrar hábitos perdidos como el de ver la luz
ondularse en los pliegues de un visillo. Entre lo que el tiempo desentierra
también hay cosas valiosas.
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