El camarero de guardia : Las mesas del restaurante colocadas en la calle solo
tienen puesto el mantel. Parecen esperar que los clientes se traigan de casa
los cubiertos, los platos, los vasos, la tartera con la comida templada y la
botella de vino por la mitad. Mejor cenar aquí solo que en la cocina, donde es
posible que toda la comida sepa igual. El camarero se limitará a acercarse para
que el vaso nunca esté vacío. La única obligación es dejar el mantel igual de
limpio que lo encontraste.
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