El momento culminante : Los nombres de
los bombones que vienen en la caja que Lucía se ha comprado son: Capricho,
alegría, sueños, pasión, dulzura, ternura y felicidad. Debajo de la relación,
aparece la información nutricional que permite calcular que cada bombón tiene
56,01 kcal. Que los dos mensajes se transmitan juntos me parece muy bien. Como sospechamos
que detrás de una buena noticia merodea una desgracia, nunca nos abandonamos
del todo al júbilo para no llamar excesivamente la atención del infortunio, lo
que nos deja a las puertas del clímax. Pero esa pequeña distancia hacia el
momento culminante la podemos recorrer sin problemas con los bombones porque al
llevarnos el placer a la boca también nos tragamos la infelicidad, bien
cuantificada con las calorías que habrá que eliminar. Esa mezcla es el secreto
de los bombones y la razón por la que pocas veces se puede ver un gesto como el
de alguien dándole el primer bocado a uno.
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