La sonrisa del gorila : En el pequeño
muro han dibujado la escueta cabeza de un gorila enfadado. Enfadado, en
general. No hay ninguna pista que permita saber el motivo. En la pintura
clásica siempre aparecía un detalle que permitía dotar a la obra de una
narración en la que todo adquiría un sentido. Pero esto no es el Prado, sino un
muro, y el rastro de ese posible significado tal vez haya que buscarlo fuera. Quizás
en esa farola que ilumina esta parte del muro y que puede haber sido la razón
de que el autor la haya elegido si trabajaba de noche. Y de noche, con prisas y
con frío, a nadie le sale bien un gorila sonriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario