Bien. ¿Y vosotros? : Hacía mucho
tiempo que no quedábamos para merendar en un Vips los cuatro adultos con los
cuatro niños. Es un buen sitio porque es probable que a los camareros les
exijan, como mínimo, haber visto naves arder cerca de la constelación de Orión.
Si eres capaz de describir esas naves,
ya estás preparado para servir tortitas, y traer el chocolate, y los dos vasos
de leche con el coca-cao, y un platito, por favor, para compartir las tortitas,
y un vaso de agua, y unos manteles para que los niños pinten, y las ceras, y un
croasán con queso y jamón, y un sándwich, y otro plato para poner las patatas
fritas del sandwich, y otro cola-cao, y unas cucharas para comerse la nata que
no quieren, y otro vaso de agua, y un bote de kétchup, y unas servilletas, por
favor, para limpiar de la boca del pequeño ese chocolate tan resistente, que no
sale a la primera, y otro cuchillo porque se nos ha caído uno al suelo, y un
vaso para compartir nuestro batido.
-¿Qué tal vosotros?
Nosotros
tratamos de ponernos un poco al día, pero comunicarse es como intentar cruzar
una autovía con frases que van en doble sentido. Termínate eso. ¿Por qué has
roto la cera azul? Si no has pedido tú las patatas, no se las quites a tu
hermano. No te metas todo en la boca. Bebe más despacio. Cuidado con el vaso,
no lo acerques tanto al borde. No vamos a pedir otro. No habléis tan alto. Sí,
te dejo probar esto. Es mejor que abráis los regalos en casa. No os metáis
debajo de la mesa. Siéntate bien, mirando al plato. ¿Si no tenías hambre por
qué lo has pedido? Dejadle en paz, que es el pequeño. ¿No te puedo coger nada?.
¿Seguro que te lo vas a comer todo?. ¿Por qué no me has dicho que querías ir al
servicio cuando he bajado con tu hermana?. No juguéis con los cubiertos. ¿Es
así como crees que se debe cortar una tortita?. Trágate lo que tienes en la
boca antes de meterte otro trozo. No, no hay ya más chocolate porque tu plato
parece una sopa. Tened cuidado con los camareros cuando os levantéis. ¿Y esas manos?.
¡Qué os hemos dicho con los camareros!. Esas cosas son arándanos y claro que se
comen, al batido no le pasa nada. No hagáis eso con las ceras. Ahora que ya
está frío dices que no quieres más. A mí no me diste esa figura, busca en tus
bolsillos. Coge el vaso con las dos manos. No bebas tan deprisa. Podéis jugar
los cuatro. No hace falta que le acompañes al lavabo. No te tumbes encima de
los abrigos. ¿Cuál era la canción que le cantabais a vuestro profesor? Porque está
enfermo, por eso no puedes beber de su botella. Cuidado con la manga. Sentaos
así y después cambiáis. Cuidado con la otra manga. Es mejor que te eche yo la
mantequilla. Vas a pintar la mesa. Las instrucciones las podemos leer en casa.
Si gritas mucho, esa luz verde se pone roja. Sí, ésa de ahí. Porque no es el
momento de jugar con el iPhone. Pues porque no. No saques la paja así que va a
salpicar. ¿De verdad que no te has manchado? Eso se come mejor con tenedor, no
con cuchara. ¿No queréis llevaros las ceras?. ¿Por qué te enfadas ahora?. Es
muy bonita la caja, sí. No juguéis a eso, que os vais a hacer daño. Pues porque
no. ¿Todavía tienes sed?. No, no hemos traído una botella de agua. Venga, que
pedimos pronto la nota. Si no te lo terminas, tendrás que cenar. Vuelve a tu
sitio, por favor. No, no te lo cambio, yo estoy con los mayores. ¿Puedo cogerte
una patata? Porque es la propina y se la hemos dejado, por eso no puedes cogerla.
Aquí no hace frío, ya, pero fuera sí. ¡Qué os hemos dicho con los camareros!
-Bien. ¿Y vosotros?
Absolutamente maravilloso... esto es auténtica poesía de la experiencia y no la de García Montero.
ResponderEliminarAbsolutamente maravilloso... esto es auténtica poesía de la experiencia y no la de García Montero.
ResponderEliminar