La Primavera en sobres : Soy consciente
de que por fin estamos en Primavera (la mayúscula se la pongo yo) cuando veo
cientos de sobres de semillas expuestos en una tienda Tiger, que es como un IKEA de
barrio. No es el Valle del Jerte y para cualquiera que no sea muy (muy) de
ciudad la situación no tiene nada de especial, pero a mí me conmueve.
Los sobres son muy baratos, así que
podemos llevarnos bastante Primavera a casa. Tres de éstos y tres de aquéllos.
Hasta nos llevamos uno de girasoles para ver qué pasa si crecen y crecen : llegado
el momento, queremos disfrutar del problema de qué hacer con ellos como el que
se echa tabasco en la pizza sabiendo qué le va a pasar a su lengua. ¿Pero qué
sería de la vida sin picante?
Además de baratos son bonitos. Me imagino
(debería comprobarlo), que con la crisis se habrá reducido el presupuesto de jardines
y que, por ahorrar, se dará por buena cualquier planta que crezca por sí sola
al no haber dinero para semillas. Es posible que la primabera pierda su mayúscula
primero y, después, la uve vea cómo le crece el palo de la be sin que nadie se
preocupe en podárselo. Atrás quedarán esos tiempos de Primavera para todos.
¡Nada de lamentos!. A los mellizos
les explico cuál es mi plan para que se aficionen a las plantas. Quiero que cuidemos
de ellas en común, para que lo recuerden, para que aprendan a amar a la
Naturaleza, para que reforcemos lazos. En cuanto lleguemos a casa, les digo,
metemos los sobres en el microondas para ver cómo crecen las flores : la
experiencia con las bolsas de palomitas finalmente nos va a servir para algo.