Sísifo en bicicleta : Albert Camus
podría haberse servido de la imagen de una caravana de coches hacia el colegio
para representar el mito de Sísifo : dejas a tus hijos y te vuelves a encontrar
de nuevo al final de una fila que cada vez es más larga, con la carretera que día
tras día se va convirtiendo en un camino de barro y los neumáticos transformándose
en ruedas de madera. ¿Que por qué iban a castigar los dioses un comportamiento
así? Pues no lo sé, pero no dejo de pensar en esta forma de penitencia cuando
enfilamos hacia el paso elevado y ahí están de nuevo los coches.
Día tras día, insisto, pensando en
lo del castigo, hasta que esta mañana veo cómo, por el otro carril de sentido
contrario, viene un único ciclista pedaleando sin esfuerzo. Si parece tan ágil
es gracias a todos los momentos que los conductores hemos estado detenidos. En
cierto modo, nos debe parte de su levedad. Pasa muy deprisa, y esa rapidez es un
mensaje : como si el propio Sísifo, en su ascenso, hubiera visto caer pequeñas
piedras liberadas de la solemnidad, del esfuerzo, de la presión.
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