El globo de piedra : A veces noto en
Lucía la mirada de la que ha ganado un combate sin quitarse todavía el albornoz,
reclamando silenciosamente que la suban de categoría para ver si ahí la realidad
resulta más emocionante. En ésta, los libros van un poco detrás de ella : llega
andando a esas metas que otros no alcanzan aunque corran.
Eso hace que parezca enfadada
consigo misma como si intuyera que es su imaginación, no tan desarrollada como
su inteligencia, la que no es capaz de lanzar el palo todo lo lejos que a ésta
le gustaría para echar a correr. O que, volviendo al cuadrilátero, es un
mánager que no le presenta aspirantes que la exijan.
La veo tirar de su mochila con
desgana. Si esos libros fueran un reto, se volverían ligeros y harían que la
mochila se elevara como un globo. Pero es su facilidad lo que los convierte en
algo pesado que ella arrastra y me tiende para que la coloque en el maletero
antes de subirse al coche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario