A este
lado de la muralla : Uno de los dos árboles que se encuentran a la entrada del
barrio está cubierto de flores blancas, como si la primavera hubiera decidido
anticiparse en él. El que está a su lado sigue desnudo. Los dos están junto a una carretera. No me parece el mejor sitio para él y si me preguntaran
sugeriría que lo arrancaran y lo plantaran en alguna plaza para disfrutarlo.
Hay que adaptarse a la sutileza con la que se va presentando la primavera en
algunos sitios mientras evita otros a los que no se asomará. Pero por este lado
de la muralla somos más de verano: rotundo como un par de palmadas en la
espalda, dispuestos a abrirle nuestras piscinas en cuanto lo pida.
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