La pared definitiva : Hay cuadros que tardan
en encontrar su sitio. En la tienda te ves capaz de hacerle un hueco en cualquier
pared, pero mientras lo cuelgas ya sabes que ese sitio va a ser provisional. Hasta
esas láminas que venden en IKEA con los marcos al lado acaban teniéndolo
difícil.
Que el dibujo fuera sencillo, como
el de “Nude with oranges”, de Matisse, no simplificó las cosas. Pensábamos que
el cuadro impondría su estilo, cuando lo cierto es que un cuadro debe ser el
resumen del entorno en el que se encuentra. Algo que no se dio en nuestro caso.
Éste cumplió su función decorativa
durante unos años y después lo llevamos a la casa del pueblo, donde está en
otra pared que no es la suya. Es un cuadro paciente. Es probable que un día lo
veamos por primera vez y nos lo llevemos entonces a su ubicación definitiva.
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