El veintiuno de marzo de dos mil ocho, Vicente Verdú publicó en El País un artículo titulado “La pareja y su tiempo basura”. Creo que debería aparecer de nuevo cada año porque lo vuelvo a leer y sigue teniendo sentido.
“Como consecuencia del programa general de trabajo y descanso, la pareja sólo se reencuentra durante el periodo del día en el que peor se halla, física y psíquicamente, cada uno.”… “El actual periodo de duración de las uniones ha descendido a una media de siete años y la tendencia discurre hacia un incesante recorte de los plazos. “…“ el tiempo efectivo en que esta comunidad podría construirse y reforzarse coincide casi siempre con un tiempo basura, las horas de un día desgastado y donde tanto la pasión como la atención y el ánimo perviven demediados.”
María y yo tenemos un pequeño momento para hablar cuando los enanos están en el baño y se acerca a verme a la cocina mientras preparo la cena. Antes resulta imposible charlar y después ya estamos demasiado cansados. Son cinco o diez minutos en los que nos resumimos lo más importante. Como apenas hay tiempo para extenderse, exponemos las noticias sin adornos, saltando de un tema a otro : el trabajo, una cita con los amigos, la visita al médico, la reunión con la profesora, el plan para el viernes, un comentario sobre alguien de la familia, quién recoge a los enanos mañana, la compra urgente que hay que hacer, unas fotos que han llegado por mail o el inminente cargo del IBI.
Hoy ha salido el tema de la enfermedad del hermano de una compañera. Algo rápido y terminal. Quería darme más detalles pero le he dicho que no quería saber más. Nos hemos quedado un rato en silencio.
-Bueno, voy a sacarles.
Cuando se ha marchado he abierto una de las botellas de Finca Antigua que tenemos y que me está gustando. Es el vino al que acudimos cuando no queremos bebernos las botellas especiales porque no le pedimos demasiado, pero éste, 50% tempranillo, 20% merlot, 20% cabernet sauvignon y 10% Syrah está bastante bueno.
..” el orden de la producción, la repartición de tareas domésticas, el programa general de vida, se acercan hoy más a un proyecto de destrucción y sustitución del amor que a su refuerzo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario