El regreso del hombre bala : Es una merienda que comienza con el hombre bala de la
etiqueta de la botella de garnacha disparado hacia el cielo y termina con
pequeñas naves de Star Wars de mano en mano. Se podría decir que sale un
cumpleaños temático dedicado al espacio, aunque no se me ocurre cómo incluir en
él al número siete dibujado con Cola Cao en la tarta de crepes. Cuando
terminamos con el postre, esperamos pacientemente a que el cumpleañero vaya
montando las piezas de Lego de las naves para que los adultos podamos
pasárnoslas. Tiene dedos ágiles. Llega un momento en el que el impulso del
hombre bala se agota y tiene que volver al punto del que partía. Nosotros le
acompañamos en ese camino de regreso a ese momento en el que vimos la película,
la primera de la serie, y supimos que, en ciencia-ficción, nada volvería a ser
igual.
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