Nubes de billetes : Creo que, de alguna manera, todo se torció cuando dejé
de llevar corbata. Hay estudios que relacionan la diferencia de salario para un
mismo puesto con el atractivo de la persona que lo ocupa, pero yo creo que el
definitivo será el que analice lo mismo respecto a las personas que llevan
corbata frente a las que no. Al dinero le gustan las corbatas y por eso hasta los
jugadores de fútbol se las ponen cuando van a recoger un premio: el balón de
oro no se fija en el que tiene alma de chándal. Estoy seguro de que incluso los
que presumen de ganar mucho dinero vistiendo ropa de saldo al llegar a casa lo
primero que hacen es plancharse una camisa y ponerse una corbata a juego para
ver “El día después”. Yo me dejé engañar por la moda de lo casual, pero se ha
acabado. Empezaré a recuperar la corbata poco a poco. Primero llevando camisas
sin planchar por fuera de los pantalones. Después irán planchadas. Más tarde
las llevaré por dentro. Y un día, como si nada, buscaré una corbata de cuando
parecía que la vida laboral iba a ser saltar de un puesto a otro ganando más
dinero y me la pondré. A partir de ahí, que lluevan billetes.
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