Guía rápida sobre la combustión
interna : En uno de los simulacros de prevención de riesgos llegaron a colocar
botes de humo para simular que un coche ardía. Todos salimos ordenadamente de las
oficinas a disfrutar de un sol agradable que animaba a charlar mientras los
bomberos y la policía hacían su trabajo, dejándonos volver a esa época en la
que los mayores hacían las cosas de mayores. Solo faltó que nos dejaran subir a
sus coches para tocar las sirenas.
De la combustión interna no hablan
los manuales porque no afecta a los demás. Pero ahí anda. No hay ni botes
de humo ni coches de bomberos relucientes. Ciertas palabras, si se observan con
cuidado, sí que tienen alguna zona carbonizada. Palabras, por lo demás,
intrascendentes, porque el resto del discurso se mantiene oculto, bajo el brillo
de las brasas. El extintor que está en el garaje te ofrece un par de chupitos
rápidos para que llegues a casa más relajado y puedas utilizar frases que no estén
calcinadas.
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