Si hubiera sabido
el esfuerzo que supondría escribir un post todos los días no me habría animado
a hacerlo, pero ahora tengo la sensación de que ha merecido la pena arrancarle
un detalle a cada día para para ver cómo envejece. Es un buen experimento que
me ha convertido en un científico que, día tras día, ha colocado en su
estantería un frasco nuevo a la espera de ver en qué se convierte.
Ahí está.
Nada se va a obtener sin esfuerzo.
Nada.
Pirandello se propuso escribir
trescientos sesenta y cinco cuentos, uno por día, “Cuentos para un año”. Como
cuenta Marcos Ordóñez, otro grande en sus críticas de teatro, Pirandello llegó
hasta los 215 y no pudo ir más allá por culpa de una pulmonía.
Este año ha muerto Christa Wolf, la
autora alemana que durante varios años escribió el relato del mismo día y con
el creó un libro.
El tema, sin rodeos, es que vamos
escribiendo nuestra propia historia y que tenemos que hacer el esfuerzo de
saber cuál es, que no es evidente, que sólo se va a desvelar si trabajamos.
Escribiendo, por ejemplo.
Nada se va a obtener sin esfuerzo.
Nada.
Me propuse dejar este blog para
dedicarme a escribir, pero me cuesta mucho romper con ese esfuerzo diario una
vez empezado, así que, manteniendo el mismo nombre, este blog va a seguir
adelante con nuevas reglas y un enfoque nuevo.
Las nuevas reglas :
1-El objetivo del blog será mostrar
una foto diaria.
2-La fotografía será hecha con un
iPhone y el programa Hipstamatic. Lente John S, y carrete Blank, sin procesado
posterior.
3-Esa foto deberá hacerse cada día.
4-A la foto le acompañará un texto
que no estará sujeto a ninguna regla : podrá ser corto o largo, propio o ajeno.
5-El objetivo de la fotografía
será, preferiblemente, un objeto.
6-La calidad de la fotografía no
será lo más importante, sino su capacidad de sugerir algo.
7-El título será, eso sí,
importante.
8-Algunas de esas fotos se
publicarán en flickr, en la cuenta en la que tengo ya varias expuestas, con el
seudónimo leolo1992 (Enlace).
9-Ya es hora de que, si no lo
habéis hecho, veáis Leolo.
10-Animo a todo aquel que pueda, a
que realice este experimento para poder compartir fotografías y
opiniones.
Así que dejo en este blog el iPhone
y me llevo la máquina de escribir a elcostedelascosas.blogspot.com
Os invito a que me sigáis en los
dos.
Nada se va a obtener sin esfuerzo.
Nada. Y aquí van mis últimos diez del día :
Una mesa con mantel de hule, el
iPad encima con una página del “Maigret en Nueva York”, un chupito de
limoncello, Lucía a mi lado escribiendo en una agenda los nombres de sus
compañeros de clase y su fecha de nacimiento, la familia charlando después de
la comida en la mesa grande, el sonido del lavavajillas, la televisión con un
canal infantil sin sonido, Daniel entrando por la puerta del garaje con su
abrigo verde y María mirándole, con un cortado en las manos.
Adiós.
Hola.
Vaya, así que no puedes dejarlo...
ResponderEliminar... y yo que iba a hacer una lista de diez cosas interesantes que he encontrado por aquí. Bueno, diez, once, doscientas, no sé. Pero como el café no ha logrado, todavía, reconstruir mi capacidad de pensamiento, me quedo con una: que está en la continuación, claro. Recobrar, recuperar, valora la idea / la capacidad de ver. Mirar. Y fijar esa mirada. Y leer a Berger, a quien tenía exiliado en una humilllante caja.
ResponderEliminarAsí que, siguiendo un proceso lógico que está en muchas entradas,nos pasamos a la fotografía: eso sí, con texto. ¿Por qué título y texto? ¿No deben ser válidas las imágenes por sí mismas? ¿No modifica (condiciona) absolutamente el título a la imagen?
¡Vale! aceptamos las nuevas reglas...pero tu enlace no funciona...Besos grandes y sonoros....
ResponderEliminarQue una tortuga, y sin tomar café, sea capaz de razonar así, hace que el sapiens se me descuelgue un poco, como esos carteles de las gasolineras abandonadas que hacen cri-cri en las películas de miedo.
ResponderEliminarEs cierto, tortuga omnisciente, lo que dices de la fotografía. De hecho, los post que más me gustaban eran aquellos en los que conseguía unir texto y fotografía, así que se trataba de seguir por esa línea. Ahora no será la fotografía la que acompañe al texto, sino al revés. Es un matiz importante.
El objetivo sigue siendo el de fijar algo de cada día, rescatarlo, salvarlo o, mejor aún, ser consciente de que estaba ahí. Ese esfuerzo necesario para lograr que salga a la luz o, utilizando algo recién aprendido, que lo que existe sea real, cosa no tan evidente como pueda parecer.
Respecto a lo del título y el texto, creo que siempre ayudan a la imagen. En las exposiciones de fotografía suele decepcionarme encontrarme con una buena fotografía y un mal texto, del tipo : Lugar en el que se hizo y fecha. Cada cual (sobre todo si se es una tortuga) tendrá su opinión, pero creo que texto y título son necesarios para que la fotografía tenga significado y no se quede en los estético. Todo esto lo descubrí en una exposición sobre Paul Klee en Berna, hace muchos años. Era un placer ver sus cuadros y disfrutar de sus títulos : como comer a dos manos, o a dos patas, tú ya me entiendes.
Saludos desde la orilla de los sapiens.