60 = 100 : Saco dinero en el
cajero : 40 euros. Me sorprende lo que baja el saldo en sólo dos días. Pienso
en lo poco que ahorro. Pienso en. Dejo de pensar. Me fijo en la mujer que va a
sacar dinero después de mí. ¿Para que lo usará?. / Los basureros trabajan
enfrente con rapidez, como si una fila de coches esperara detrás de ellos. /
Casi nadie en la carretera. Me gusta la luz. La vinoteca cerrada. La peluquería
cerrada. / Un hombre que pasa corriendo. / El grupo de ciclistas : En la
rotonda, el que va delante señala con el brazo a la izquierda y el último
repite ese gesto. / Paso por la calle del colegio, vacía. Me dan ganas de
entrar en el Mac Donald´s a tomar algo, cualquier cosa, no sé, por aprovechar
esta mañana de sábado. / En RNE3 un programa de música del Este. / Una chica
con gafas de sol gira en la rotonda y se mete en El Corte Inglés, que todavía
no ha abierto. El vigilante la saluda con la mano, por lo que no tiene que
detenerse. O tal vez como ella no se detiene, el vigilante la saluda con la
mano. / En la churrería tres personas esperan a que saquen las porras. Espero
yo también. Me fijo en los cortes precisos que hace la mujer con la tijera
cuando le traen la porra, recién hecha. ¿Será ya inmune a este olor de sábado,
de tranquilidad, de hombre leyendo El País en una mesa. / La mujer va metiendo
las porras que le ha pedido cada uno en una bolsa de plástico, sin preguntar, y
las va entregando. / Le da un churro a la niña que su padre lleva en brazos.
¿Qué se dice? Pregunta el padre. La mano de la niña parece más pequeña cuando
agarra el churro / Veinte churros y cuatro porras. Un churro : 0,3 euros. Una
porra : 0,6. Total, ocho con cuarenta. ¿100 pesetas una porra? ¿Qué habría
dicho mi abuelo si hubiera visto estos precios?. Definitivamente, este es un
país de pobres con precios de ricos. La burbuja no está en el tema
inmobiliario, sino en los churros. ¿Es que no vigila nada el Banco de España?.
¿Es que no compran churros?. ¿Es que en Bruselas no saben lo que es un churro?.
Qué sabrán en Bruselas. La mujer me da la vuelta y las gracias. La verdad es
que me habría gustado venir con todos a tomar los churros aquí, porque no son
sólo los churros. / Meto la bolsa de los churros en el maletero sabiendo que al
abrirlo olerá a churros. / Un anuncio del Corte Inglés con una mujer con un traje rojo aparece sólo para mí. / En RNE empieza “Como lo oyes”. El presentador le
pregunta a una niña qué haría si fuera invisible. “Escribir en la pizarra de
clase de música que no me gusta” “¿Y si pregunta quién lo ha hecho?” “Pues
levanto la mano de otro niño”, contesta. / La gente anda más despacio un sábado
por la mañana y las bolsas blancas que llevan parecen pesar más. La física
cambia, pero hay que madrugar un poco para ver todo esto. / Paro en el quiosco
a por El Babelia. Dentro de poco los quioscos tendrán que convertirse en ultramarinos,
mercerías, jugueterías o librerías. Todo menos periódicos. “Rajoy planta cara a
Bruselas”. / María prepara el zumo. Los enanos se sientan en la mesa y apenas
comen unos cuantos churros mientras ven Doraemon. Me dijeron que se comerían
veinte churros y a los dos están ya cansados. No me importa. Me gusta ver el
recipiente con churros.
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