Sentido del
equilibrio : Esos son los zapatos de Daniel. Alguien que no le conociera pensaría
que deberíamos limpiarlos, pero hacer eso sería como cambiarle el nombre al
Bernabéu, tapiar la puerta de Alcalá, cubrir de post it Las Meninas para
explicarla, echarle ketchup a unas bravas, servir una sopa de cocido con
estrellitas, pintar un coche de policía de amarillo, servir un Arzuaga en vaso
de plástico, obligar a la TIA a pasar la ISO, donarse sangre de un brazo a otro,
darle a Adamsberg una cátedra de lógica, empanar un trozo de sushi , pedir un
cortado doble, beberse un Matarromera con pajita, echarle vitaminas a la planta
de plástico, ponerle peros a los diálogos de una película muda, hacer el experimento
de los neutrinos con un reloj de arena , preparar una tortilla de patatas
cuadrada, hacer un graffiti con un bote de espuma, traducir a morse una pagina
del BOE, tomarse en serio “Avatar”, darle clases de creatividad al conductor
del metro , echarle en cara a un zurdo que no tenga mano izquierda , terminar
una necrológica con puntos suspensivos , regalarle una comba a un manco,
pintarle la casa a un vegetariano de color carne, guardar un décimo de hace
diez años por si acaso, acentuar las consonantes, cambiarle al oso el madroño
por un pino, dejar la moneda en el borde y tirarse al pozo, aumentar la
autoestima besando el espejo, ser el ultimo dinosaurio y pedirle un deseo al
meteorito que se acerca, recorrer el transiberiano buscando el punto en el que
las dos vías se juntan, acudir al museo de cera para depilarse, recitar el
numero pi desde el final, suponer que una tarjeta amarilla vale menos en tiempo
de descuento, entrevistar a los hijos del soldado desconocido, preguntar en un
gallinero quien ha montado el pollo, abrir una tienda de prótesis y llamarla Luke
Skywalker, publicar un haiku en fascículos, servir un cordero con palillos y
llamarlo fusión creativa, rimar Bezoya con Soroya, poner chucherías en la sala
de espera del dentista, negarse a sacar pecho siendo cirujano plástico, ver el
vaso medio lleno cuando la botella esta completamente vacía , doblar a John Wayne
con la voz de Gracita Morales, lanzarse con las uñas al cuello del rival para
arañar votos, usar “La Internacional” como jingle de una empresa de transportes,
preguntarle a Iker si alguna mujer le ha sacado de sus casillas, tatuarse una
regla en la lengua para medir bien las palabras, ahorcarse con una bufanda para
no coger frío, hacer muchos trayectos cortos en vez de uno largo para ahorrar
o, en definitiva, no saber cuándo es el cumpleaños de tu hermano gemelo.
Son sus zapatos y son así. A su
manera, me ayudan a que la realidad no pierda el equilibrio.
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