Dos anotaciones limpias en la memoria :
Apenas llegamos a la casa, Daniel insiste en que juegue con él al baloncesto en
la canasta que han puesto hace unos días. Esta es la primera de las actividades
que ha ido anotando mentalmente a lo largo de la semana y que quiere que
hagamos en media hora: así son los recibimientos de los viernes. Le digo que sí
sin casi tiempo de dejar el ordenador que llevo al hombro.
Me tiende el balón, también nuevo,
y me alejo. El tablero es la pared. Antes de lanzar pienso que tengo que hacer
una fotografía. Nunca he jugado un partido de baloncesto, pero no pasa nada por
intentarlo. Solo estamos los dos. Me coloco siguiendo las indicaciones de una
lejana clase que mi cuerpo recuerda mejor que yo. La pose. El balón se levanta
demasiado pero entra limpiamente. Daniel va a por él y me lo trae. Repito la postura de nuevo. Lanzo el balón y vuelve a entrar. Es la primera vez en mi
vida que lo consigo. Soy más de deportes individuales : la fotografía y la
escritura. Poco importa que en los siguientes tiros ya empiece a fallar. Aquí
el orden sí que importa. Lo recordará Daniel y lo recordaré yo.
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