La
letra de la comanda : No es de los restaurantes preferidos del centro
comercial. Por eso lo elegimos : encontrar dónde cenar ocho personas a estas horas no
es fácil. La camarera junta tres mesas. Decidida, como si fueran los
preparativos de una fiesta. Trae las bebidas y cuando ya sabemos qué queremos
cenar, traduce a su nombre japonés los platos que le pedimos y después los
anota. No sé si alguien tendrá esto en cuenta, pero a mí me gusta ver que se
toman su tiempo en escribir la comanda, como ahora. Mejor aún si es con buena
letra. Tiendo a identificar el estilo de cocina con esa escritura, por lo que
desconfío si se hace deprisa. No ha habido ningún problema en modificar los platos
para los niños. Eso también es importante. Trae las bebidas, ofrece cubiertos,
entrega sobres de salsa. Cuando retira los platos, antes de los postres, nos
pregunta si nos ha gustado la cena y agradece con un gesto de la cabeza y una
sonrisa nuestros comentarios, como si ya supiera que al hablar de ellos también lo
hacemos de ella.
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