Aquí arriba las calles se vacían : En Edimburgo
me gusta fijarme en las cañerías que salen de sus edificios de piedra. En
muchos casos podrían haberse cubierto o solucionado el problema de una forma
que no las hubiera dejado tan al descubierto, pero parece haberse elegido esa
opción como un recordatorio de todo lo que fluye por dentro: una incisión en la
piedra para mostrar esas venas metálicas en un detalle de intimidad.
Inmersos en el Fringe, adquieren un
significado adicional, representando todo lo que pasa en pequeñas locales de los
que no llega nada al exterior. Las calles se vacían, comienza a hacer frío y
algunas ventanas sin cortinas se iluminan. En decenas de salas se suceden las
obras. Quizás baste con acercar el oído a algunas de esas cañerías para
escuchar lo que allí pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario