Redes de secano : Ya quedan pocas
tardes con un sol como éste, así que extendemos el toldo como el que lanza las
redes para atrapar todo el color que sea posible. También hay que ir despidiéndose de la pequeña piscina y de sus contrastes: la inmovilidad de los
que toman el sol en las tumbonas de plástico y la agitación de los niños, que
no dejan de improvisar juegos con los que medir sus fuerzas. Entre esos dos
extremos se mueve el verano.
Estamos en la mesa sin mucho que
decir. Se acaban también estos momentos que no hay que llenar con ninguna
conversación.
Sí habría que conservar la
intuición que vive bajo este sol : las
cosas no necesitan imponerse, les basta con sugerirse.
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