Cemento en el cerebro : En la entrada de una de las torres levantadas junto a
la playa, los ladrillos están expuestos para que puedas ver el interior, como
mostrando su calidad. Siempre se habla del ladrillo, así, en singular, como si
fuera un concepto intangible, matemático o filosófico. La definición de este
país, la raíz del mal de la economía, la causa de la alucinación en la que
hemos vivido durante muchos años. Es bueno dejar toda esa abstracción de lado y poder
tocarlo, meter un dedo dentro y comprobar, como hago, que no muerde. El
ladrillo, amigos, es inofensivo. El problema está en los que construyeron estas
torres tan feas: en su cabeza, por lo que se ve, no había hueco ni siquiera
para que pasara un poco del aire fresco del mar.
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