Las 15:01 del sábado : A esta misma hora, el resto de la semana, la
orquídea no consigue la misma presencia que muestra en este momento. No es solo
una cuestión de sol. Podría decirse que para los objetos también existen los
días laborables, aquellos en los que entrenan para ser sabiendo que no van a
recibir la atención de la mirada. Las cosas se limitan a ocupar su sitio sin
llegar a reclamarlo. Llegan las 15:01 del sábado y la orquídea logra una
consistencia de la que se beneficia el sábado. A partir de ese momento, ya
existe una referencia para valorar lo que ya es y lo que, da igual qué día sea,
no lo ha conseguido.
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