Los suplentes del chef : Dice Jabois que basta con ver cómo pisa un equipo el
centro del campo al salir para ver cómo va a jugar. En cuestión de comida, ese
mensaje se transmite al pedir el vino. Hacerlo por copas es rendirse a lo
razonable, y rebajar la comida a un tema de alimentación. Es la forma más clara
de decirle al camarero que no se piensa que la comida justifique una botella.
Que bueno, que nos apañaremos con pequeños sorbos y que, básicamente, se
rebajará el tono para conservar el nivel de las copas y que éstas duren hasta
el final. En ese caso, lo normal, y lo que me temo hoy, es que el camarero tome
nota, se lo comunique al chef y que éste, asomándose desde la cocina,
declare que en el encuentro de esta mesa salgan a jugar los platos suplentes y
que las estrellas se reserven a aquellos que, antes de mirar la carta, ya
señalan una botella de la lista de vinos como declaración de principios.
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