Una botella elegante : Todas las mesas
tienen una botella de vino esperando para que, en el caso de que dudes, le
digas al camarero “éste mismo vale”. A veces es buena idea pedir el vino de la
casa: si mantiene un mínimo de calidad, el volumen de la compra garantiza un
buen precio. O eso queremos creer hoy.
El rito del vino pasa entonces al
agua. El camarero va a por la botella, que abre al llegar a la mesa. Es una
botella de cristal alta, que transmite la idea de que el agua que vas a beber
es elegante. No hay agua elegante, ya, pero si tuviera distintas botellas en la
mesa, me serviría primero de ésta.
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