Plegarias mundanas : En una de las últimas plantas de un rascacielos
parpadea una luz verde para señalar que ahí hay una capilla. Es posible que las
peticiones que surjan desde ese lugar lleguen antes y que destaquen sobre la
gran nube de deseos confusos, mezclados con miedos, que cubre la ciudad como
otra forma de contaminación. Aquí abajo, en el primer paseo del año, las pocas
luces que me encuentro son las de los escaparates. Como hace frío, me acerco
instintivamente a ellas y miro. Lo más probable es que algunas de las cosas que
podría pedir este año acaben formando parte de esa capa. Pero no hay que
desfallecer en este arranque del año: alguien debió desearlo y ahí está, un
descuento del cincuenta por ciento en lencería.
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