Gaviotas sobre la nieve : Una máquina
ha dejado en la superficie de la nieve las mismas estrías ordenadas que
encontraba en Conil al ir a pasear a primera hora junto al mar. Así que en lo
primero que pienso al pisar la nieve es en la playa. Esas máquinas lentas que
escribían en la arena líneas de pentagramas con las sombras de las gaviotas
como notas aleatorias. Ese recuerdo no me deja que la primera impresión sea
plena.
Pero no importa. La primera
impresión no es la que se presenta al principio. O no estás donde tú la
esperas. Seguimos caminando y dejamos detrás esta parte de la estación para
meternos en la dedicada a los novatos. Las máquinas han dejado de lanzar nieve
hace poco y es pronto, por lo que podemos ir dejando nuestras huellas en la
nieve. Caminamos en silencio, disfrutando. El brillo del sol hace daño en los
ojos, pero no importa. ¿Cómo no aficionarse a este deporte que cada mañana te
ofrece la posibilidad de estrenar la montaña? Me alegro de que estemos aquí
aunque lo más razonable era no venir.
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