Una cierta obligación : A la salida de
la exposición en la Sala Canal de Isabel II con una selección de fotografías de
Nicolás Müller veo a una vigilante discutir con una mujer mayor que tiene una cámara
en la mano. Una quiere hacer fotos y la otra le recuerda que está prohibido
hacerlo.
La vigilante debería tener
paciencia con los aficionados a la fotografía que salimos de la exposición.
Después de este auténtico repaso que Muller nos da (cada fotografía es una
lección y un reto: “Trabajadores en el drenaje del río Tiszla”, “Narrador de
cuentos”, “Redes” o mi preferida, “Vendedora de Vilar Formoso”) hay dos
opciones : o dar un paso atrás o darlo adelante. O se es realista o se sigue
pensando no sé qué de esa urgencia que de repente se siente.
Esa urgencia de la que debería
decirle algo a la vigilante. Esa sensación de que la realidad vuelve a abrirse,
que nunca ha dejado de ofrecerse, que sigue esperando, que el que se ha secado
eres tú.
“El artista que tiene en su mano una cámara
fotográfica tiene un instrumento único para poder expresar con ella su
pensamiento, sus ideas, creo que eso significa una cierta obligación. Todo
artista la tiene” (Nicolás Müller)
No hay comentarios:
Publicar un comentario