domingo, 22 de diciembre de 2013

Una semilla en la cabeza




Una semilla en la cabeza : Desde hace poco, mi calle favorita de Madrid es Espíritu Santo, en el trozo que va desde la Plaza de Juan Pujol a la Corredera Alta de San Pablo. Cuando me muevo por ella ya no pienso en el siguiente punto del paseo: me da igual. Se convierte en el epicentro, aunque no exista ninguna tienda o local favorito que justifique esta predilección. La elección se debe al efecto acumulativo de lo que voy viendo, al esfuerzo de cada escaparate, propuesta o menú por distinguirse del anterior con un estilo propio que transmite la impresión de que, sobre todo, la gente ha montado el negocio que quería.

Procuro incluirla en todos los paseos, de forma más o menos justificada, porque la gente con la que me cruzo parece ir con la semilla de una idea creativa en la cabeza, algo que no suele producirse a menudo. El entorno influye en la gente y ésta, a su vez, comprando en las tiendas, parándose a comer algo o charlando en la acera, le da sentido también al escenario. Si vas atento a ese juego y te dejas llevar, no es difícil notar cierta estimulación en las ideas: el final de una obra de teatro ya no parece tan lejos, ni los proyectos tan difíciles, ni la realidad tan estéril. Aquí el camino entre el proyecto y su ejecución parece muy corto.

Por eso trato de venir por aquí con los mellizos con la excusa de comer en un restaurante o de ir fijándonos en los grafitis de las paredes. Se trata de que su memoria se vaya enredando por toda esta zona para que, en el futuro, algo tire de ellos y les empuje a regresar por aquí para tratar de identificarlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario