jueves, 7 de junio de 2012

Estiércol en los zapatos




Estiércol en los zapatos : A las siete de la mañana, un Pla que lleva treintaiún años muerto me lleva  a Arezzo y a San Gimignano delle alte torre y me las va enseñando. Es parte del recorrido por Italia que estoy haciendo estos días con él. Pla viaja con el Vasari bajo el brazo (“Cuenta el Vasari,con un estilo que parece una tostada empapada en aceite, vinagre y sal, que…) y supongo que su pasión por el arte ha educado esa mirada tan viva que se descubre en sus textos.

No veo a nadie en ninguna terraza a pesar de que el día ya está montado, listo, esperando. Estamos aquí para mañanas como ésta. Se escucha a los pájaros piar, la luz es tranquila y corre una pequeña brisa. Es el fondo exacto para el viaje con Pla. El único sentido que no me acompaña es la vista, pero está en inferioridad : basta con no tomárselo muy en serio.

Primero paramos en Arezzo :

“En las fondas, en los cafés y en las trattorie hay un ir y venir continuo de marchantes de ganado, con ese poco de estiércol que el trabajo en la cuadra fija a las fuertes suelas de sus zapatos. La gente es muy animada y habla con jocosidad, aspirando las haches. En verano, a pesar del mucho calor, la vida es agradable. Al atardecer, en los cafés, ponen música sentimental, los helados, en las terrazas, son deliciosos. Las señoras muestran una vivacidad plena, una fascinación picante”

Y el viaje, rápido, porque hay que poner la casa en marcha, sigue por San Gimignano delle alte torre

“La dulzura está en levante, porque ante la vista se despliega un paisaje ondulado, erizado de pequeñas colinas que parecen saltar por la Toscana, llevando a la espalda el cilindro de un castillo. En estas ondulaciones suele haber algún ciprés alto con la apariencia de un fraile que camina, capucha puesta y vista baja, por las tierras de un verdor temeroso, de ocres suaves, grises claros y un cielo de nubes blancas que se aprietan y se esponjan de una manera lenta y vaga”

Me encanta su uso de los adjetivos: las fascinaciones picantes, el verdor temeroso, la manera lenta y vaga de esponjarse de una nube. Es una buena lectura para empezar el día. Prueba tú ahora, parece decirte : úsalos como ingredientes. 

Cuando se me acaba el tiempo de lectura me meto en casa. Me fijo en las suelas por si se me hubiera pegado algo de estiércol. ¡Joder!

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