El hábitat de la imaginación : Prácticamente
todo en el castillo está restaurado y dispuesto con un limpio orden pedagógico
que impide a la imaginación colocar detrás de las puertas a un grupo de caballeros
dispuestos para el combate. La manera de protestar de los niños es correr por
los pasillos atravesando las figuras que la luz crea en el suelo al ser
domesticada por las ventanas. La manera de protestar de los adultos es no
decirles nada a los niños. Es más fácil conectar con el pasado a través de este
desorden que con las fichas interactivas de las pantallas.
Entre los desgastados escalones de
las escaleras de caracol del exterior crece la hierba. Quizás sean originales y
por aquí subieran y bajaran emisarios con noticias sobre amenazas, sobre el
resultado de las batallas, sobre la situación política. Ahora es la imaginación
la que pide ir más despacio.
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