Un pasillo de tierra y madera: El
hombre corta rápidamente los racimos con el corvillo, un pequeño cuchillo de
hoja curva, y los deja caer en un cesto negro. Esta no va a ser una buena añada:
ha habido heladas y últimamente han caído unas lluvias que ha rebajado el
azúcar de las uvas. Eso es lo que dicen, pero estos racimos parecen perfectos,
con unas uvas tensas, incapaces de contener la pulpa. El primer paso de una
cata debería ser caminar por este viñedo, limpiar con los dedos las uvas,
llevarse unas cuantas a la boca y hacer esas fotos que son una forma de
reconocimiento y que hoy están por todas partes.
El hombre del cuchillo deja detrás
un pasillo de tierra y madera. Hace una gran mañana que también pide su cosecha.
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