Se encienden las señales de aterrizaje :
En un partido intrascendente, España le mete tres goles a Australia. Si no
hubiéramos hecho el ridículo frente a Holanda y Chile, ahora, seguramente,
habría gente en la piscina bañándose. Nosotros entre ellos. La excusa para
saltar por encima de la puerta cerrada sería la celebración de la clasificación
para la siguiente ronda y ahora habría un buen barullo de voces, gritos, y
risas de todas las edades.
Así que les tengo que agradecer a
Holanda y a Chile este silencio. Las luces que rodean la piscina acaban de
encenderse como esas marcas que señalan la pista de aterrizaje a los aviones.
Habría que responder a esa invitación para, deslizándose en largos, profundizar en
el silencio.
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