Derrota a los puntos : Las sombrillas,
cerradas y con una cuerda alrededor, ya están listas para la mudanza. No
entiendo las prisas. Es como si, antes de que terminara la película, encendieran
las luces y la chica que se encarga de barrer las palomitas del suelo te
pidiera que levantaras los pies.
-El final no vale la pena.
Pero es que el final es importante.
Por eso venimos a rebañar el verano con estos últimos baños. Esa conciencia de enfrentarse a algo que va a terminarse es necesaria para ejercitarse. Es una pena no
tener a mano una palabra alemana de veinte letras que ilumine esta idea y haga
asentir a los escépticos.
Puedes rendirte al agua fría, al
sol que se pone cada día un poco antes, a la pereza que te traes del trabajo y
a ese dolor de cabeza que asoma a los pocos minutos de meterte en la piscina.
Hay otra opción, que es la nuestra : convertir la piscina en un cuadrilátero y
defender el verano todo lo que podamos. No hay mucho que hacer porque la sombra
va avanzando y nos tenemos que ir replegando a la esquina en la que el sol
lentamente va perdiendo terreno, como si fuera disolviéndose.
Ahí aguantamos inventándonos
ejercicios absurdos en los que lo importante es salpicar mucho. Estamos los dos
solos. Terminaremos perdiendo, pero no es lo mismo ser derrotado por un KO que
a los puntos.
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