domingo, 22 de septiembre de 2013

La bisutería del anzuelo




La bisutería del anzuelo : Los pendientes están expuestos como anzuelos capaces de atrapar dos presas: la primera es la mujer que los compra, después el hombre que se fija en ellos. Supongo que las mujeres que curiosean en el puesto hacen esa valoración y que en su elección también influirá el tipo de hombre al que suponen apreciándolos.

Sin apenas darme cuenta de que lo estoy haciendo, en los pocos segundos que paso mirándolos me imagino qué clase de mujer llevaría unos pendientes así. Ese pequeño momento de consciencia es una indicación de que dentro del inconsciente las ramificaciones de esas combinaciones de formas, colores y materiales van hundiéndose como un árbol que fuera desarrollando sus raíces a la velocidad de la luz. Es posible que ahí cada uno de ellos tenga ya una ficha sobre el perfil de la posible compradora: unas impresiones sobre su carácter, su forma de divertirse o su tenacidad. Todas esas operaciones permanecen ocultas y sólo dejan salir a la superficie una opción que resume todo en un “me gusta” o “no me gusta” como una indicación, aunque no sepamos de qué.  Básicamente,  la decisión ya la han tomado por nosotros.

Seguimos caminando.

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