jueves, 26 de septiembre de 2013

Un cepillo para amansar la tarde




Un cepillo para amansar la tarde: Solo hay un momento en el que Lucía, que suele hacer un movimiento elusivo estilo Matrix cada vez que ve acercarse un abrazo o un beso o una caricia, baja la guardia. Después de desenredarse el pelo me deja que se lo seque con el secador mientras se lo cepillo.

Sin girar la cabeza se lleva las manos a las puntas para ver si están ya listas. Le digo que espere un poco más y bajo la potencia del secador para alargar este rato.

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