El Mal es esponjoso : El pan de 6
cereales contiene harina de trigo, agua, cereales (14%), (mijo pelado, linaza
marrón, harina de centeno moteada, sésamo, semillas de girasol, sémola de
trigo, harina de arroz, trigo triturado, gluten de trigo, masa ácida), sal,
levadura, emulgente (E-472e), agente tratamiento de la harina (E-300, E-920),
trigo sarraceno, linaza dorada y marrón, sésamo, semillas de girasol, gluten y
trazas de soja, leche, frutos secos y huevo.
Es, en fin, el pan que nos gusta y
con el que hacemos lo que aconsejan evitar: mezclar carbohidratos con grasas.
Mojamos como campeones. Es cierto que tantos ingredientes invitan a sospechar
que no debe ser muy natural porque parece la respuesta a una pregunta que no
sabemos (¿Qué es el pan?) y a la que nos enfrentamos largando todo lo que se
nos pasa por la cabeza.
Pero esa sospecha desaparece cuando
por la tarde voy a coger un trozo y ya está duro. ¡Duro!. Como Dios manda. De
lo que sí hay que desconfiar es de esos panes que seguirán frescos cuando tus
nietos abran el armario para ver qué se pueden hacer de merienda. El Mal se
esconde en lo esponjoso sin bordes, y en Messi y en Punset.
No me lo puedo comer, pero me llevo
el trozo de pan para empezar una saga sobre una chica y su cortador de césped
en Marte. Exterior, día. Y en eso estamos.
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