martes, 12 de noviembre de 2013

Los oscuros días de la garnacha




Los oscuros días de la garnacha : Los vinos del Mercadona son los apropiados para acompañar la tortilla que me como de pie en la cocina, entre la serie de Disney que está puesta y el partido en el salón. Como padre trato de soportar las estupideces de alguna de esas series; como aficionado al fútbol, me asomo a ver qué es lo que pasa en el césped. Entre uno y otro, un trago del vaso.

No espero encontrar el Arzuaga en las estanterías del Mercadona, pero hay algo que rebaja el valor de las botellas, independientemente de su precio : el acumularlas como si fuera la primera línea de un desfile militar. No hay que recordarle a la gente con ese toque a granel que lo que se lleva es tan barato que solo se alcanza la rentabilidad a base de soltar botellas. Hay que tener estilo. Cuatro botellas por línea, por ejemplo, como la disposición de las de Borsao que cojo.

Esta temporada, mi elegido es el Borsao Barrica 2011 porque estoy pasando una época en la que me atrae la garnacha. Me gusta su sabor y su historia: cómo pasó de ser una uva de segunda que se usaba para darle color a los vinos de viñas más nobles a exigir su hueco. Servirse un vaso es un reconocimiento y un gesto de ánimo a todos los que se encuentran en una etapa garnachera en su vida.

“Vino elaborado con un 60% de la variedad garnacha y un 40% de tempranillo. Ambas variedades son elaboradas…”

Esa repetición de la palabra elaborar me hace dudar, pero al final me la llevo porque está en la zona noble, en la que el precio sigue siendo bajo pero se mantienen las formas con unas cuantas unidades. El respeto mínimo que se merece la garnacha, cabrones.

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