El tiempo pone huevos duros: Ésta de
los huevos duros rellenos es una solución fácil para la cena. Lo que más me
gusta es sumergirlos suavemente con una cuchara en el agua hirviendo, mirar la
hora para ser puntual en los quince minutos, esperar que de la cáscara no surja
ningún hilillo sospechoso y adaptarme mentalmente a ese bullir.
La fe en los quince minutos es
buena. Te reconcilia con el tiempo : le das tres huevos normales y te los
devuelve duros. El tiempo vuelve a servir para algo.
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