La alegoría del escaparate : El día 2
de noviembre de 1810, la Fragata Magdalena se hundió en el Ría de Viveiro. Entre
el material que se recuperó, estaba un obús de bronce de 9 pulgadas españolas.
El obús es una pieza compacta que normalmente se usaba en las baterías de
tierra y que ocasionalmente era embarcada para reforzar la artillería. Parece
lista para usarse de nuevo.
También se consiguió salvar un
cañón de hierro de 18 libras. Originariamente, pertenecía al navío “San Julián”,
pero el comandante de la “Magdalena” pidió cambiarlo por dos de 12 libras.
Estas dos piezas, expuestas en la
calle, son lo primero que vemos al llegar a Viveiro. Este tono didáctico marca la
visita. Así, cuando al subir una de las calles vemos un escaparate vacío, con una
maniquí desnuda sobre la que colgar alguna fantasía, mi mirada solo me deja
verla como una alegoría de la victoria en aquella guerra contra los franceses. Alegoría en rebajas, pero alegoría. Nada
de tonterías.
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