miércoles, 8 de agosto de 2012

Dos atardeceres




Dos atardeceres : A la derecha se está produciendo un buen atardecer. El sol atraviesa unas nubes densas y la luz que emite hacia arriba es blanca, mientras que la que cae sobre el mar es ya dorada. Hago un par de fotos.

Entonces veo al hombre sentado en el banco, en un encuadre que parece situarle en una casa sin techo, entre dos columnas y un asiento de piedra. El escenario es duro, pero con ese brazo derecho, apoyado sobre el respaldo, logra domesticarlo. Está en una edad en la que parece mirar las cosas sin tener que convertirlas en palabras o en imágenes para sentirlas más próximas.

Tal vez el objetivo final de hacer tantas fotografías sea el de poder acercarse a la realidad sin una cámara. Usarla como decía Wittgenstein que había que servirse del lenguaje, como una escalera que recomendaba abandonar después.

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