Un lugar de
peregrinación : ¿Por qué escribo? Para desenterrar. Es lo más parecido que hay
a coger una pala y clavarla en la tierra para sacar cosas valiosas. Si no lo hago, pasa el
día y acaba disolviéndose en la nada. Pero si trabajo un poco van saliendo objetos preciosos que recupero. Hay que quedarse en silencio y marcar el sitio que
se destaca levemente en esa espera sin prisas. Es una frase, o una imagen, o
una idea. No se trata de adivinar, no es eso. Es algo más sencillo y tiene que
ver con recordar : en el momento en el que pasaban las cosas, ya sabías qué
merecía la pena y qué no, aunque pensaras que lo interesante estaba en otra
parte y ahí dirigieras tu atención.
No, ya en serio. Escribo por dos
razones. La primera es ser muy famoso y muy rico y un día poder decirle a mi
agente o como se llame : “agente, llama a Zidane”
-Zidane : ¿Sí?
-Sisú : Hola, Zidane, soy yo, Sisú.
-Zidane : ¡Vaya, Sisú! ¿Sisú? ¿No
será una broma?
-Sisú : No, Zidane, no lo es, soy
yo.
-Zidane : Jo
-Sisú : Oye, ¿Puedo pedirte un
favor?
-Zidane : Tú dirás.
-Sisú : Verás, tengo una camiseta
del Madrid con el cinco a la espalda, ese cinco que tan bien llevaste.
-Zidane : Gracias
-Sisú : Es que es verdad. ¡Qué
grande eras! Pues verás, me gustaría que me la firmaras.
-Zidane : Es que me pillas lejos.
-Sisú : ¿Lejos? ¿Lejos?
-Zidane : Muy lejos
-Sisú : No pasa nada. Me sobra el
dinero porque soy un escritor famoso y me leen, me leen mucho. ¡Hasta los zurdos!. Mira lo que
vamos a hacer : te envío un avión o dos a donde me digas, te traen, firmas la
camisetas y te devuelven. Y si quieres, te mando una profesora de yoga, que sé
que practicas.
-Zidane : No sé qué decir.
-Sisú : No digas nada. Voy a buscar
un bolígrafo. Asómate a la ventana y agita la mano para que el avión sepa dónde
estás.
La otra razón es que quiero hacer
de este McDonald´s en el que estoy cenando un McWrap (de pollo) un lugar de peregrinación
para futuros seguidores (me gusta mucho el McWarp de pollo y me lo como solo porque Daniel siempre se arrepiente de lo que se pide y me lo cambia por mi McWrap). Lo del Café Gijón está bien (para ellos), pero ahí no puedes llevar
a los niños y, como sé lo difícil que es mezclar lo lúdico con lo educativo, estoy convencido de que muchos padres estarían
encantados de tener un sitio como éste. Ya : uno no puede ser un escritor maldito si buscar
ser recordado por esta mesa en la que me he sentado, pero los malditos cansan. Además,
mira, han puesto un montón de globos en una pared, como si estuvieran
celebrando un cumpleaños. Es un truco simple, pero funciona.
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