sábado, 20 de febrero de 2016

Victoria sin combate



Victoria sin combate : Antes de que empiece el torneo de judo, Daniel, con un abrigo encima del judogi, se da una vuelta por el aparcamiento. Cuando descubro por dónde hay que entrar esta vez (la organización es una prueba más) y voy a buscarlo, me señala la huella perfecta de una hoja en el cemento. Parece la pisada de un haiku. Es posible que, si no llevara el judogi, no lo hubiera descubierto. Pase lo que pase sobre los tatamis, va a ser difícil superar esto.

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