martes, 10 de febrero de 2015

El tucán abandonado



El tucán abandonado : Puede que el pájaro que veo dibujado en la pared, apenas unos trazos, apareciera una mañana picoteando las ideas de alguien que, para sacárselo de la cabeza, lo hubiera pintado rápidamente en un muro como el que se frota los zapatos con el bordillo para quitarse algo que ha pisado. Parece un tucán de cuerpo delgado. El pintor, al menos, tuvo la consideración de ponerle mirando los anuncios de mudanzas y reparaciones que cubren una cañería y que yo, durante unos segundos, también leo. El tucán, por lo que sé, se domestica fácilmente, así que tal vez hubiera bastado con un poco de paciencia.

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