viernes, 5 de junio de 2015

La llave bajo el felpudo



La llave bajo el felpudo : El contable es ese músico que sabe que ahí donde actúe siempre le van a poner delante la misma partitura para que la interprete. Hay que entenderlo y disculpar esos gestos lentos, ese aburrimiento como musgo que trata de combatir con la precisión de sus números. Conviene elogiar su segmentación de la cuenta de pérdidas y ganancias por centros de costes y su habilidad con las tablas dinámicas. Así ofrecerá una sonrisa pequeña mientras se lleva la mano al nudo de la corbata para comprobar que está bien apretado. Para él el bote de cristal con pequeñas gomas de borrar con forma de cabeza de zorro es un código en su lista que se sabe de memoria. Debajo de ese código está la llave con la que a veces abre la puerta del pasado para saber en qué momento no supo tomar el camino que le habría llevado a ese departamento en el que se reúnen para decidir el número de cabezas de zorro que va a llevar el pequeño frasco y, lo más importante, de qué color ha de ser el tapón.

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