lunes, 1 de junio de 2015

Un pez de ciudad



Un pez de ciudad : A veces Daniel se despista y el agua de Sharky vuelve a estar turbia. El acuerdo al comprarlo era que lo cuidaría, así que lo llamo y lo regaño un poco. Algo leve, como si le leyera una de esas normas europeas que cumples si te apetece. Daniel baja la cabeza porque sabe que estas charlas lo alejan del perro que quiere. Le digo que debe prestar más atención al pez y al mismo tiempo pienso que no es descuido o pereza, es que a veces todos nos olvidamos de él: un pequeño concepto que nada muy por debajo de la superficie de nuestras ideas cotidianas. Es hasta lógico que, cuando nos acordemos de él, el agua esté como ahora.

Seguimos el procedimiento para cambiarle el agua y que viva más tiempo. Esto está muy bien, pero hay que cuidar la frecuencia con la que lo hacemos porque, al fin y al cabo, se trata de un pez de ciudad y debe acostumbrarse a moverse en un ambiente un poco contaminado. No sé qué sería de nosotros si algún día nos levantáramos y el aire fuera completamente puro.   

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