martes, 25 de febrero de 2014

Un collage italiano




Un collage italiano : Cocinamos como si preparamos un collage, con la confianza de que es imposible que salga mal. Lucía, el jamón; Daniel, los tomates y el maíz, que caen de la lata después de dos o tres golpes secos. Y un cuarto por si algún grano se quedara pegado a la pared. El calor del horno caldea la cocina. El termostato marca 180 y tenemos que esperar a los 240 porque sí. Cortamos el jamón y los tomates y cuando están dispuestos encima de la masa y la salsa, dejamos caer el maíz como si sembráramos. 204, por fin, y al abrir el horno recibimos un golpe de calor que nos fija en este momento. Advertimos, con cuidado. Y dejamos la pizza en la bandeja y ya vamos disfrutando de la mezcla de olores que van pintando la cocina. Luego regresamos, cada vez dejando pasar menos tiempo, a admirar este cuadro en el que los tonos se van oscureciendo. Cuando queda poco, ponemos la mesa con una intención distinta porque vamos a cenar algo que hemos hecho todos. Abrimos el horno y dejamos el plato en medio de la mesa, uniendo los cuatro manteles. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario